Como comente en la entrada anterior, este mes de septiembre saqué a pasear, al ya polvoriento, macro y la no menos infrautilizada y obsoleta Canon 10D. El objetivo eran los «toreritos», como los llamamos en Santa Amalia. Luego en la facultad me enseñaron que se llamaban, en general al grupo, Odonatos. Tanto anisópteros como zigópteros se convirtieron por un día el centro de atención, dejando las aves en segundo plano.
Además del omnipresente Sympetrum fonscolombii, la jornada deparó agradables avistamientos. Algunos pude capturar con la «vieja» canon y el ya, por esos momentos, desempolvado tamron 90 mm, otras me citaron para otra jornada.